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Madrugá de Penitencia y Sentimientos (Linares, 2014)


Cae la tarde arrepentida sobre el azul del cielo Linarense, a la vez que el sol llora lágrimas amargas en el rojo arrepentido del horizonte. Está atardeciendo y pronto el manto de la noche nos cubrirá en una nueva y renovada madrugada del Viernes Santo, en el que volveremos al encuentro y al amparo del Ntro. Padre Jesús Nazareno y su Bendita Madre María Stma. del Mayor Dolor, para revivir una vez más la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y el dolor de su Santísima Madre, a través de la Solemne Estación de Penitencia, que esta Hermandad practica cada año, cuidando con tanto celo ese espíritu íntimo y particular del que ha hecho gala esta cofradía desde su fundación hasta la actualidad. Una vez más, se hará pública la proclamación de Fe, cuando el Amor de Cristo inunde las calles de Linares, bajo la tenue y tibia luz que nos ofrece la luna llena, y que iluminara nuestras intimas y particulares madrugadas. Se acerca la hora de Penitencia y Silencio, de Mayor Dolor y cruces en el camino, de incienso que nublen nuestros ojos a la vez que perfuman nuestros sentidos, antes de que el silencio se rompa por el tintineo de los Candelabros de Guardabrisa besando las adoquinadas calles por la que pasara Jesús cargando con la cruz, camino hacia el Calvario. 





Se acerca la hora y el pueblo acude a su cita con Jesús el nazareno, ese Cristo de los mineros, de los trompeteros, de los saeteros... mientras tanto, en el interior de la Iglesia de San Francisco, el Señor de Linares ha bajado de su hermoso altar entre oraciones y sombras alargada de cirios de la noche del Viernes Santo. Es la magia de la madrugada la que marca la frontera entre el camino hacia el calvario del Jueves Santo y el camino hacia el calvario que se va a producir en el momento en el que salga del antiguo Convento Franciscano. Año tras año. Se repitiera un ritual, que valdrá de preámbulo a esta Solemne Estación de Penitencia, que comenzara en muchos de los casos con esa sacristía particular en la intimidad de muchos hogares, enfundándose bajo la túnica del rezo, conformando así un hábito de oración y reflexión. La multitud que allí espera al Señor de la Ciudad comparte una sola lágrima, un solo sentimiento, todas las emociones posibles hacia su Nazareno. Su mano siempre Bendiciendo despiertan las emociones y los vivas de quienes quieren retener cada año este momento. Su mano derecha la desliza formando la figura de la Santa Cruz mientras hace brotar lágrimas a los sones desgarrados y broncos del tercio de trompeteros. 






Aun no ha asomado en el cielo las primeras luces del día y el Cristo continua con su caminar con la Cruz a cuestas hacia el Calvario entre una multitud, caminando hacia nuestra Redención derramando su gracia y dejando huella de su divinidad. Poco a poco la noche va perdiendo su velo vistiéndose de amaneceres llenos de oraciones, saetas y gritos desgarrados pidiendo perdón y ayuda para este Pueblo de Linares que tanto lo necesita. El olor a cera desplaza al del incienso en esta Estación de Penitencia interminable de nazarenos enlutados con cíngulos dorados como un latigazo del sol madrugador sobre la túnica morada. Encorvado y agobiado, ayudado a duras penas por el Cirineo camina nuestro Padre Jesús Nazareno, pero el camino hacia el Calvario se ve dulcificado con la presencia de la madre, fiel hasta el final y confortada por el Apóstol querido. María Stma. Del Mayor Dolor, la madre de los Nazarenos con cara de niña que se ha hecho mujer de pronto, que ha crecido ante el profundo dolor pasea sobre su paso bajo un palio de infinitas estrellas llevada de forma magistral y con mimo por sus benditos ángeles Costaleros. El dolor se hace sereno y dulce, el cielo tiende su manto sobre ella naciendo con su claridad el dolor de una Madre y el sufrimiento del hijo. Y llego el momento, una multitud de personas se agolpan en la plaza de Santa Margarita para contemplar una vez más la ceremonia de la Bendición. 






Cristo con la cruz avanza bajo el peso de la cruz, su rostro muestra las huellas del sufrimiento y la sangre corre por su faz debido a la presión de las espinas. San Juan Evangelista sale al encuentro de la Madre y le muestra el camino hacia el lugar donde se encuentra su hijo. El Señor de la Ciudad vuelve a levantar su brazo derecho y da la Bendición al pueblo de Linares entre aplausos y vítores. Ya en su regreso al antiguo Convento Franciscano, la plaza de San Francisco late al pulso de la vida y por las venas de sus calles fluye la sangre morada de esta Hermandad que tiene como candelaria la luz del sol, como salva brisas el transparente cristal del cielo y como Cruz de Guía el campanario de San Francisco que se alza retando al vuelo de los pájaros. Con tranquilidad y majestuosidad, Ntro. Padre Jesús Nazareno se despide de su pueblo, ese que durante toda las casi once horas de Estación de Penitencia lo ha acompañado con fervor por las calles de Linares. Por tres veces bendice el Dios, Padre... Señor, Nazareno en su calvario a su Pueblo. Linares baja la cabeza, reza y llora con el silencio amarrado a sus entrañas. Se acerca la muerte inexorable del Hijo de Dios, pero su Ciudad se vistió un año más de Nazareno para consolar y fortalecer su Mayor Dolor...


-Fotografías correspondientes al Solemne Quinario de Ntro. Padre Jesús Nazareno y Madrugá 2014-

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Regina Fides


Linares soñaba con el aroma a incienso que cada primavera entra casi sin querer a través de las ventanas, Linares soñaba con mecía de las bambalinas de un paso de Palio, soñaba con el aroma de las rosas a los pies de sus varales floreciendo y derramando la fragancia que cautiva el alma. Cuando parecía que ya no habría bullas, de repente y casi sin darse cuenta, nos encontramos de nuevo inmersos en este sueño que nunca termina de acabar. Nuestra ciudad anhelaba volver a sentir el ambiente de Semana Santa en pleno mes de septiembre… y así fue. Desde que saltaran los rumores en la vieja Cástulo, mucho se ha hablando y especulado, hasta que finalmente el 26 de septiembre, desde la Sede de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la Ciudad se procedió a la presentación oficial del acontecimiento extraordinario e histórico bajo el nombre de “Regina Fides”, una Peregrinación Mariana que tendría lugar el 12 de Octubre con motivo del Año de la Fe proclamado por Su Santidad el Papa Benedicto XVI. Dicha Peregrinación conto con buena parte de las Imágenes Marianas de las diversas Hermandades de Linares, siendo el acto principal la celebración de una gran Eucaristía impartida por el Arcipreste, José Rodríguez Perales, presidida por Nuestra Señora de Linarejos Coronada, patrona de Linares, y Nuestro Padre Jesús Nazareno, siendo concelebrada por todos los sacerdotes de la ciudad en la Glorieta de la Coronación.



Casi sin darnos cuenta, por fin llego el día esperado por muchos Linarenses, que veían como desde primeras horas de la mañana la ciudad minera se vestía de gala para recibir la visita de cofrades, devotos y público en general que llenaban las calles y plazuelas cercanas a los templos e iglesias donde se encontraban nuestras Sagradas Imágenes que esa misma tarde procesionaria hasta la Plaza de la Coronación donde tendría lugar la Solemne Eucaristía. El sol de media tarde, el sol se hacía presente con más intensidad sobre la Ciudad y muchas personas recorrían las calles, caminando de forma apresurada pero a la vez se les veía con mucha satisfacción. Como si de un Domingo de Ramos se tratase, la primera de las dolorosas realizaba su salida a las 15.45 Horas desde el Templo de Santa María la Mayor. Ntra. Sra. De la Paz, perteneciente a la Hdad. De la Santa Cena Sacramental se presentaba ante su pueblo sobre su paso procesional pero sin palio, tras ella le seguía Ntra. Madre y Sra. de Gracia, perteneciente a la Hdad. de la Oración en el Huerto con su paso de palio al completo. Una vez que esta dolosa del Lunes Santo se encontraba iniciando su recorrido, procedió a realizar su salida desde el Templo Ntra. Sra. de la Amargura, perteneciente a la Hdad. de la Columna en su paso pero sin palio y sin la imagen de San Juan Evangelista que la acompaña en su caminar en la noche del Jueves Santo recordando una estampa que no se veía desde su primera salida en los años 80. Pero sin duda la imagen inédita la protagonizó la imagen de Ntra. Sra. de los Dolores, perteneciente a la Hdad. Del Nazareno de la Estación Linares-Baeza ,trasladada días antes hasta Linares posesionando en esta ocasión sobre unas andas cedidas.









Prácticamente a la misma hora que salía la primera de las Dolorosas desde Santa María la Mayor, no muy lejos de este lugar comenzaba a salir la imagen del Señor de Señores, Ntro. Padre Jesús Nazareno desde su Sede Canónica de San Francisco de Asís para iniciar su caminar que le llevaría hasta el Paseo de Linarejos, donde presidiría el acto junto a la Patrona de Linares. Como si de la Madrugá se tratase el Señor de Linares había bajado desde su hermoso altar entre oraciones y suplicas. Mientras en el exterior el paso es colocado frente a la puerta de la iglesia puesto que, debido a la estrechez de la misma el canasto con las imágenes de Ntro. Padre y el Cirineo salen del interior del Templo. Los sentimientos estaban a flor de piel y los corazones de los Linarenses latían con más fuerza de lo habitual. Momentos para no ser olvidados y también para no olvidar. Cómo olvidar el llanto desconsolado de aquella devota al contemplar el rostro de Dios bañado por la luz del día, o como olvidar a esa adorable ancianita que no deja pasar un solo día sin acordarse de su Nazareno, aquel que recibe sus oraciones calladas dentro de los muros del antiguo Convento Franciscano. Aplausos, piropos y vítores se sucedían al paso de Ntro. Padre Jesús Nazareno. Su pueblo camino junto a El en todo momento, quedando prendados por la impenetrable mirada del Señor de Linares Acompañado a los sones puntuales de sus dos tercios de trompeteros (tanto del Cristo como de la Virgen), el paso avanzaba hacia el punto de encuentro de todas las dolorosas y centro neurálgico de la ciudad, las conocidas como “8 Puertas”, donde todas irían desde allí hacia la Glorieta de América, final del Paseo de Linarejos y conocida también como Plaza de la Coronación, lugar donde fuera coronada allí mismo la Patrona hace algunos años.




 Desde esta misma sede canónica saldría la dolorosa titular Mariana de la Hdad. del Nazareno, María Stma. Del Mayor Dolor con su paso de palio al completo y justo a continuación, Ntra. Sra. de los Dolores en su Soledad, perteneciente a la Hdad. Del Santo Entierro que lo haría sobre unas sencillas andas de traslado, una forma bastante distinta a como procesiona normalmente cada Viernes Santo ya que lo hace sobre un paso a ruedas sin palio. Desde Santa Bárbara, se dirigiría casi a la misma hora Ntra. Sra. de las Penas, perteneciente a la Hdad. del Sagrado Descendimiento en su paso de misterio pero sin la Cruz detrás de Ella como habitualmente luce cada Viernes Santo. Una vez fueron llegando al punto de encuentro, se inició el discurrir por Corredera de San Marcos, Pza. de la Constitución y Paseo de Linarejos una detrás de otra hasta ir llegando frente a la Patrona, leyéndose una reflexión que tenía que ver con su advocación mariana, y pasar a disponerse a continuación en semicírculo a uno y a otro lado de Jesús Nazareno y de María Stma. de Linarejos coronada que realizo su salida a media tarde de su Santuario situado unos metros más arriba de la Glorieta. A las 20:30H daba comienzo el acto central de esta peregrinación como era la Eucaristía oficiada por el Arcipreste de la ciudad y concelebrada con el resto de sacerdotes de las parroquias; se dispusieron sillas para participar de la misma, cobrando un precio simbólico y destinando su recaudación a Caritas Interparroquial.













 Pasadas las 22:00 Horas comenzaron a salir desde la Glorieta de la Coronación los primeros pasos procesionales que conforman la “Regina Fides”, las cuales, antes de emprender la vuelta, se giraban a rendir honor a la Patrona. Una de las primeras en iniciar el recorrido de vuelta fue María Stma. De las Penas debido a la lejanía de su Sede Canónica con respecto al lugar donde se celebraba el acto. Cientos de personas arroparon en todo momento a las Dolorosas en su discurrir por el Paseo de Linarejos, Cabe destacar que, mientras en la ida acudieron en silencio, ya para la vuelta cada una de las distintas Hermandades fue acompañada de música. Esta vez sí, las imágenes pudieron lucirse en las calles de la Ciudad Minera mientras que devotos, Linarenses y turistas se deleitaron con este acto único que se celebró por primera vez en Linares con motivo del Año de la Fe. Por su parte, ya por la noche los costaleros/as portaron los pasos con temperaturas mucho más frescas y agradables que las que tuvieron que soportar en la subida hacia la Glorieta de la Coronación. En definitiva, un evento histórico, por inédito y extraordinario y gracias al cual recuperamos en nuestras vivencias cofrades estampas que creíamos perdidas, tales como volver a ver al Nazareno subir al Paseo, y por qué no decirlo, ayudó a quitarnos también un poco el gusanillo cofrade en la calle sin temor a la lluvia.